No, no quiero que te disculpes.
Yo sé que no lo sentís.
Vos no sabes lo que se siente,
hasta que vos mismo no estés ahí.
Para qué haces promesas,
si sabes que no se van a cumplir.
Por qué me hago iluciones,
si ya sé que sos así.
Las personas no cambian,
no vale la pena intentar.
De tantos intentos el corazón se cansa,
el mío no para de llorar.
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